piedra y espejo de la montaña

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ciudadela del Machu Pichu

foto de un poster de Miguel Hernández

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en octubre en Madrid

qué dirá?

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bellísimo muro

flor de jacarandá

flor  de  jacarandá
flor mojada

lunes, 6 de septiembre de 2010

treinta y tres mineros explotados-Al Ros Soler

A ver si entre todos hacemos entrar en conciencia al mundo global que nos invade y los mineros, como fuera históricamente en las luchas obreras de tiempos pretéritos, son ese elemento de referencia vital en las reivindicaciones de los trabajadores en general.

Treinta y tres mineros más, enésimas cifras del sacrificio obrero mundial, esta vez chilenos, han sido atrapados por otro 'derrumbe'... Pasadas dos semanas les dan por muertos, aunque continuaron los trabajos de rescate. Hasta ahí, nada de extraordinario. Muertos no habrían merecido más atención informativa, como los veintinueve que murieron en otra mina de la norteamericana Virginia durante el pasado mes de abril; y los cientos o miles que mueren en el mundo cada año, como ahora en Chile, ¿sería justo decir que se 'murieron' o que fueron 'asesinados'?...

Pero resulta que los mineros, en este caso, no habían fallecido; así que había que rescatarlos, y la operación, como ya nos vienen informando, podría durar meses... Y treinta y tres trabajadores mineros atrapados durante meses no se olvidan tan fácilmente como treinta y tres mineros muertos en el mismo agujero, da igual que sea a 760 metros del suelo que a 10 pasos. El caso se vuelve más problemático, pues los 'espectadores' no estamos acostumbrados, con todos los respetos a familiares, amigos y compañeros (que ningún respeto por los patronos y autoridades negligentes), a ver mineros más allá de las notas de defunción... ¿Y si de pronto empezamos a ver cosas que no deberíamos ver? ¿Y si el prolongado rescate visibiliza a los miles de trabajadores que en Chile y otros países soportan condiciones penosas para extraer materias primas tan imprescindibles como el cobre?

¿Qué hacer entonces? Pues ya lo estamos viendo y presenciando: convertimos el rescate en un espectáculo mediático, y transformamos el amargo drama en una epopeya digna de rodarse, en una 'aventura' para seriar por capítulos al estilo burdo de cualquier telenovela de la contracultura. La historia ya tenía todos los ingredientes para ello: la mina profunda, los trabajadores famélicos y ennegrecidos, las familias dependientes y cargadas de prole, el defícil y 'penoso' rescate, los paupérrimos medios y los ausentes recursos), pero además se le añaden otros elementos 'atractivos': las circunstancias biográficas de los pobres mineros (humildes, alcohólicos, andrajosos, introvertidos, incultos, temerosos de dios, religiosos y afligidos impotentes e indefensos...), el 'retrato' de los mismos (caracterizados como un buen reparto de cine: el chistoso, el bromista, el luchador, el deportista, el serio, etc.), las cartas de las familias, todo un país en vilo (ya varios países, menos mal), el presidente de la nación situándose al 'timón' de las posibles e imposibles soluciones, los dueños de la mina como villanos odiosos pero arrepentidos y comprensivos, la relación detallada de suministros y todo tipo de 'comodidades existenciales', incluyendo una orquesta y varias banderas que ondear bajo las toneladas de tierra que les separa de la realidad, curiosidades técnicas de exhibición-propaganda y publicidad de grandes firmas tecnológicas, y hasta la puta NASA del imperio global, que no podría faltar en la foto mediática de las múltiples cadenas televisivas. ¡Qué más se puede pedir!

Lo que inicialmente era una tragedia humana y un grave problema de explotación laboral, búsqueda máxima de beneficios y falta de controles de los poderes públicos y garantías laborales, se convierte en un melodrama plagado de momentos 'muy emocionantes', toda la intriga que es posible fabricar, detalles humanos sin humanidad, compañerismo servil, ingénuo e ignorante del rédito que todo ello produce al responsable o 'causantes' del criminal suceso... Y la solidaridad mundial, patriotismo y esperanza derramadas desde todos los puntos cardinales propios y foráneos. Lo raro es que todavía no hayan anunciado que en Hollywood ya andan buscando al realizador de la taquillera película del próximo certámen cinematográfico. Alguien más, desde detrás de los bastidores de esta parafernalia interesada, anda revisando el 'casting' para el probable director de la 'obra', que seguro que es el más nominado para la secta de los 'Oskars'.

Con todo mi gran aprecio a los trabajadores mineros, a sus dolosas familias, y a sus solidarios amigos; y en solidaridad con la lucha permanente de la Clase Obrera;
cariñosamente, Antonio L. Ros Soler (La Mancha, España).

3 comentarios:

  1. Hola Nara, guapísimaaa, desde Canarias muchos besos para tí y mi cariñoso recuerdo de los días maravillosos que pasamos juntas en Alicante, con todos nuestros entrañables compañeros de PPdM, entre ellos, nuestro querido Antonio Ross, cuyo escrito sobre la tragedia de nuestros hermanos mineros de Chile, me ha impactado muchísimo y me adhiero a sus mismos sentimientos de rabia e impotencia. Todo mi afecto y solidaridad para todos ellos y sus familias. Un abrazo grande también para nuestra común amiga, la bellísima Lilí.

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  2. Gracias Antonio, por la lucidez de tu anàlisis.
    Dice Yupanqui: Para el que mira si ver
    la tierra es tierra nomàs.

    Gracias por ayudar a mirar viendo.

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  3. Disculpen... no puedo dejar con errores una frase de Yupanqui:
    Para el que mira sin ver
    la tierra es tierra nomàs...

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