ese viento llegó de los pájaros
trajo plumas y esporas trajo la soledad a las persianas
trajo una luz y una rueca para punzar el aire
crepitar en la usura del ojo que se esconde
en sus cavernas cuando los ve en la lejanía
alongados al lomo de animal esparcido
que aúlla y no pregunta
no tener la certeza no sea incertidumbre los pájaros lo saben
cuando el invierno arrastra sus alas hacia el sol
cuando miran el vértigo de vernos asomados al vacío absorbente
de un sol innecesario los pájaros no tienen la certeza de nada
no se asoma a sus ojos lo que no vuela o nada
no cruzan los umbrales ni los puentes del árbol
sólo anidan al son que marcan las raíces
y entonan alabanzas sin ningún argumento siquiera del instinto
De Poética de Esther Hughes.
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