Pilo lil
Eran los días de ensillar al alba
caminar mojando la alpargata hasta encontrar a Luci
desnuda la memoria frescos los dedos,
seguro iba
de cada traspié y de cada paso
invencible.
Por ese tiempo tuve un pájaro en mi panza
no era el mas bello ni el mejor
pero era pájaro. Me habitaba sereno,
me daba de volar.
En esos buenos días tuve tiempo de hablar a la luna
tal vez por eso
escupí semillas y junté frutas
resbalé en el río y salí con peces sesteando en mis bolsillos.
Ese pájaro también me daba de soñar
lo ensillé con abrazos de vecinos y fui por cada casa,
a tiempo estuve para el mate, el asado, la chichoca y la sopa clarita.
En esos buenos días
ocupé el tiempo necesario
en pensar si llovería
si arrancarían con buena luna las pariciones
si don Faco habría atrapado el león que mete daño
si Doña Irene haría el amor o quedaría saltando sola,
si Don Arias escupiría el daño que le habitaciona entre cuero y carne
si el río devolvería algún balsero
si ganaríamos o ganaríamos.
Yo estaba en la casa sola que se ve desde un avión
y lo sabía.
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