tomaré baños de luna creciente
un paseo antes de cada noche
y durará ocho años.
En la primavera siguiente
sobre la arena rojiza
del río ancho
podré mirar tu sombra
sin temblar
ni de ternura ni de dolor.
Caminarás con lentitud
y la nostalgia se habrá quedado
en ese cuerpo pequeño y volátil.
No querré preguntar nada ya
tu abandono será viejo.
Sólo querré mirarme en tu azul.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario